Mi pequeña Piula, te rescatamos de las ramblas porque nadie te quería, eras preciosa, con cuatro o cinco meses pero mordías y hacías llorar, no te dieron una oportunidad, pero llegaste a mí y yo te la di, preguntamos pero no tenías ni cartilla ni sabían de donde venías, probablemente de una casa que no fueron capaces de entenderte ni tuvieron paciencia.
Te llevábamos en el metro dentro de una caja y la gente nos miraba porque parecía que iba un tigre dentro, rascabas con todas tus fuerzas para salir.
Al llegar a casa, sacamos a la Molly para que te viera y te escondiste debajo del recibidor y la pobre Molly se dió un susto al ver esa naricilla con ese pelo tan oscuro que vomitó. Tú saliste corriendo y dando saltitos y dokeando al verla, le gustaste nada más verte, comenzó el juego y corríais por el pasillo tan felices. Estabas tan llena de vida y sin castrar con tus glándulas, te quise dar agua con un vaso y comenzaste a beber pero enseguida me diste un bocado que no me soltabas y cada vez apretabas más, cómo si yo fuera una presa.
Recuerdo que en una ocasión llené un barreño de agua y te metiste entera dentro, eras tan decidida y alocada. Y compré una pelota de muchos colores y pasó a ser solo tuya, ibas con ella a todas partes, te hacía tan feliz.
A Molly la adorabas y a Lili al principio te costó entenderla, pero enseguida comenzaste a quererla con locura, porque sabías que era especial, sordita y que le costaba jugar y entender las cosas, pero tú siempre te ponías sobre ella para que se durmiera, la hacías jugar, aunque con tu manía de morder enseguida se cansaba, pero para tí Lili siempre fue tu preferida.
No te llegas a imaginar lo que te hecha de menos Molly y lo triste que está, Lili parece que no se da mucha cuenta, pero yo se que te busca, sólo el tiempo puede hacer que duela menos tu ausencia, mi corazón está destrozado, porque sufriste mucho y tu muerte pienso que se pudo evitar si se hubiera cogido a tiempo por un buen veterinario, pero para cuando te intentó curar el mejor veterinario de todos, la tonta infección de una glándula te había llegado a la sangre, los primeros veterinarios a los que te llevé hicieron que te perdiera.
Todo está muy triste sin ti, la casa no es la misma, pensé que vivirías ocho años o más, porque te castraron tarde, no dejabas que te diera la luz y siempre estabas sana, tan joven y con tanta vida e ilusión.
Tardé un año en que me dejaras de morder, me mordiste la nariz,el labio, cambié hasta la uña, pero jamás te enseñé a dejar de hacerlo de mala manera, sólo te decía un No contundente, pero ese No, sólo fue efectivo cuando comenzaste a confiar en mí y a quererme, después te cogía, te daba besos en la barriguita y te encantaba, jugabas conmigo y aun estando tentada a morderme fuerte me soltabas y aflojabas enseguida, siempre te ha gustado dar bocaditos pero te he adorado tal y cómo eras.
Te dediqué mucho tiempo, a veces me desesperaba, pero nunca me rendí. Siempre lo digo, hay un Dios de los animales que hizo que llegáramos la una a la otra.
Cuando te fuiste lo hiciste en silencio, sin mediar sonido y por el calmante quizás con muy poco dolor y eso es lo único que me consuela, donde quiera que estés si es que estás en algún lugar ya no pasas dolor, mi pena se hará más pequeñita con los años, pero mientras viva jamás te olvidaré y siempre siempre siempre te querré.
He llorado y sigo llorando cada vez que te recuerdo, vivirás siempre en mi alma, me cautivaste con tus ganas de vivir y el amor tan inmenso que has sentido siempre por tus hermanos Lili, Molly y Cargol (Lucky).
Sigue jugando detrás del arco iris! Y espéranos que algún día iremos contigo.
Te quiere siempre tu mami humana:
Nuria
Te llevábamos en el metro dentro de una caja y la gente nos miraba porque parecía que iba un tigre dentro, rascabas con todas tus fuerzas para salir.
Al llegar a casa, sacamos a la Molly para que te viera y te escondiste debajo del recibidor y la pobre Molly se dió un susto al ver esa naricilla con ese pelo tan oscuro que vomitó. Tú saliste corriendo y dando saltitos y dokeando al verla, le gustaste nada más verte, comenzó el juego y corríais por el pasillo tan felices. Estabas tan llena de vida y sin castrar con tus glándulas, te quise dar agua con un vaso y comenzaste a beber pero enseguida me diste un bocado que no me soltabas y cada vez apretabas más, cómo si yo fuera una presa.
Recuerdo que en una ocasión llené un barreño de agua y te metiste entera dentro, eras tan decidida y alocada. Y compré una pelota de muchos colores y pasó a ser solo tuya, ibas con ella a todas partes, te hacía tan feliz.
A Molly la adorabas y a Lili al principio te costó entenderla, pero enseguida comenzaste a quererla con locura, porque sabías que era especial, sordita y que le costaba jugar y entender las cosas, pero tú siempre te ponías sobre ella para que se durmiera, la hacías jugar, aunque con tu manía de morder enseguida se cansaba, pero para tí Lili siempre fue tu preferida.
No te llegas a imaginar lo que te hecha de menos Molly y lo triste que está, Lili parece que no se da mucha cuenta, pero yo se que te busca, sólo el tiempo puede hacer que duela menos tu ausencia, mi corazón está destrozado, porque sufriste mucho y tu muerte pienso que se pudo evitar si se hubiera cogido a tiempo por un buen veterinario, pero para cuando te intentó curar el mejor veterinario de todos, la tonta infección de una glándula te había llegado a la sangre, los primeros veterinarios a los que te llevé hicieron que te perdiera.
Todo está muy triste sin ti, la casa no es la misma, pensé que vivirías ocho años o más, porque te castraron tarde, no dejabas que te diera la luz y siempre estabas sana, tan joven y con tanta vida e ilusión.
Tardé un año en que me dejaras de morder, me mordiste la nariz,el labio, cambié hasta la uña, pero jamás te enseñé a dejar de hacerlo de mala manera, sólo te decía un No contundente, pero ese No, sólo fue efectivo cuando comenzaste a confiar en mí y a quererme, después te cogía, te daba besos en la barriguita y te encantaba, jugabas conmigo y aun estando tentada a morderme fuerte me soltabas y aflojabas enseguida, siempre te ha gustado dar bocaditos pero te he adorado tal y cómo eras.
Te dediqué mucho tiempo, a veces me desesperaba, pero nunca me rendí. Siempre lo digo, hay un Dios de los animales que hizo que llegáramos la una a la otra.
Cuando te fuiste lo hiciste en silencio, sin mediar sonido y por el calmante quizás con muy poco dolor y eso es lo único que me consuela, donde quiera que estés si es que estás en algún lugar ya no pasas dolor, mi pena se hará más pequeñita con los años, pero mientras viva jamás te olvidaré y siempre siempre siempre te querré.
He llorado y sigo llorando cada vez que te recuerdo, vivirás siempre en mi alma, me cautivaste con tus ganas de vivir y el amor tan inmenso que has sentido siempre por tus hermanos Lili, Molly y Cargol (Lucky).
Sigue jugando detrás del arco iris! Y espéranos que algún día iremos contigo.
Te quiere siempre tu mami humana:
Nuria