Mi Lucky, mi Cagol, mi pequeño Paul Newman... te fuiste y ha sido el tiempo que estuvimos juntos el más cuidado y querido del mundo. Llegaste muy triste, porque ya adorabas a los chicos de la casa de acogida y querías quererlos mucho, sólo cómo tú sabías hacer. Y el Dios de los animales pensó en nuestra casa para darnos suerte con tu compañía y que tú la tuviera conmigo, nos dimos ¡tanto amor el uno al otro!
Tu Dios ayudado por los ángeles que te rescataron, que te pusieron Lucky muy acertado (por cierto). Porque tuviste la mejor suerte y yo la tuve contigo. Los de la protectora maravillosos, SOSHurones ¿cómo con tan pocos recursos pueden hacer frente a tantas adopciones y hacer tanto bien por estos adorables huroncitos!!!
Lo confieso estoy enamorada de SOSHurones y del gran bien que hacen. De nuevo mil gracias a todos desde los angelitos que lo rescataron, hasta la casa de acogida, toda toda la gente de la protectora, sin dejar ni menospreciar a nadie que todos sois maravillosos. Habéis hecho a mi Lucky el hurón más feliz del mundo, se que él os lo agradecerá eternamente, en el arco iris de la historia interminable, porque sigue, esto sigue adelante, vosotros y él. Ha vivido conmigo dos años y medio!!! Con una calidad de vida adaptada maravillosa. Ha dejado una nube de ternura flotando en mi casa. ¡Son tantas las cosas que hizo en estos dos años y medio! Nos quiso a todos sin excepción, los huris antiguos, los nuevos, los cuidó cuando estaban enfermos, se acostaba con ellos. Los hacía jugar a todos, era una bolita de pelo loca que se bufaba y corría a toda velocidad derrapando por la casa... ¡¡¡me hacía tanto reír!!!
Todos queremos que nos quieran y nos cuiden, pero lo curioso de Lucky es que era él el que amaba y cuidaba antes que nadie, el cariño, los ánimos, los lametones, los daba él, mi pequeño lleno de amor!!!
Pero tú Lucky te llevas tanto!!!! y tanto amor!!!
Te he querido y cuidado tanto que te hecho tanto de menos!!! Tus papillas cada día, tu pollo, tu carne de caballo, tu cordero, todo lo que querías y más, la estilsona te salvó de muchas diarreas (gracias a mi vete Alfonso Moya, mano de santo).
Siempre me pedía con esos ojos de seductor, mi pequeño Paul Newman, te llevas mi corazón, pero no robado, entregado, mereces estar en el mejor de los lugares. Te marchaste dignamente en tu esterilla calentito mientras te daba miles de besos. Estoy segura que estés donde estés, nos seguirás amando y cuidando, espérame que algún día volveré contigo porque esto no se acaba... es la historia interminable.... de AMOR ETERNO...
TE QUIERO, SIEMPRE LUCKY, CAGOL, PAUL NEWMAN...
Nuria Sánchez
