El Lunes te encontramos mal, te llevamos al vete que te dio cortisona y suero y volviste a casa para ir al día siguiente y estar en observación. Cuando fuí a recogerte por la noche me dijo el veterinario que en la eco aparecía una metastasis en el higado de tu cáncer ya superado. Cuando llegamos a casa te intenté dar de comer pero te daban arcadas, así que te di agua, puse la esterilla pues tu cuerpecito no tenía calor y te coloqué en el transportín sin la reja en mi habitación. No queria que estuvieras solo, encendí una vela por si acaso pasaba lo peor y encontraras el camino.
A las tres de la mañana ha sonado el despertador, te he cogido para darte de comer pero tu cuerpecito era como el de un muñequito de trapo, sin vida... te habías ido siguiendo la luz hasta llegar al arco iris, donde seguramente ahora estás jugando y doqueando con todos los hurones que hay allí.
Te quiero recordar como en esa foto que estás con las flores, con esos ojillos de estar malito que siempre tenías y que hacían de ti un huron muy particular.
Espero que por fin encuentres en el arco iris esa paz que no has tenido en vida debido a tu enfermedad y que te acuerdes de tus papis... y nos guardes un lugar en ese arco iris de preciosos colores para que podamos estar contigo cuando nos vayamos.
Mi querido Bitxu, te echaremos mucho de menos, contigo se va una parte de nuestra vida. Gracias por enseñarnos a luchar hasta el final... te querremos siempre.
Mariona
